domingo, 30 de octubre de 2011

Aprendí a no confiar mucho en las personas, porque siempre alguien me falla. Aprendí a no enamorarme de una sonrisa, de un beso, de una mirada. Aprendí a diferenciar los chamuyos de las verdades. Aprendí a decir adiós y dar vuelta la página. Aprendí que nunca conoces a una persona del todo. Que las personas que más queres siempre te fallan. Aprendí a elegir mis amistades y a darle vuelta la cara a muchas personas. Aprendí que todo en la vida, vuelve.

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